Quizá planeas tu vida de una manera y te encuentras que los acontecimientos se suceden de otra forma muy diferente. Quizá nunca habías pensado seguramente en caer en una adicción. Tu cerebro no fue diseñado para esta enfermedad. Somos niños y jugamos, corremos con la inocencia que nos corresponde como niños. Cuando somos jóvenes, nos comemos el mundo y nos creemos que lo sabemos todo. Como adolescentes vivimos situaciones muchas veces incómodas.

Una adicción es una enfermedad del cerebro que pasa factura. Sumar resta y necesitamos abrir los ojos para comprenderla y recuperarnos de sus zarpazos.

La verdadera educación significa más que la prosecución de un determinado curso de estudio. Significa más que una preparación para la vida actual. Abarca todo el ser, y todo el periodo de la existencia del hombre. Es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales

Las adicciones controlan los pensamientos y los comportamientos de las personas, que sólo desean conseguir o realizar la cosa deseada. Para satisfacer este deseo, los adictos pueden cometer ilícitos, distanciarse de sus seres queridos y poner en riesgo su propia integridad, ya que pierden noción de la realidad.
Es importante distinguir entre un hábito consumista y una adicción. Una persona que tiene el hábito de beber una copa de vino al día no es adicta; en cambio, el individuo que siente la necesidad de beber todos los días y que no puede detenerse sufre una adicción.
La adicción, por lo tanto, tiene graves consecuencias en la vida cotidiana de los adictos. Una adicción puede generar problemas de salud, daños en los vínculos humanos, inconvenientes en el trabajo, etc.
Existen diversos síntomas que vienen a dejar patente que una persona en cuestión está bajo los influjos de una adicción. En concreto, entre los más significativos se encuentran los siguientes:

• Pérdida del interés en aficiones o actividades que antes eran muy importantes.
• Cambios en el peso.
• Alteraciones bruscas en el estado de ánimo.
• Irritabilidad.
• Ira y nerviosismo del adicto cuando alguien le plantea que lo es.
• Debilidad y dificultad para conciliar el sueño.
• Cuadros de ansiedad, estrés o depresión.
En cualquiera de los tipos de adicción existente, lo fundamental es que la persona que desee conseguir su recuperación siga los siguientes consejos:
• Debe manifestar abiertamente a su pareja, familiares o amigos que tiene intención de dejar aquella situación.
• Debe pedir a las personas de su entorno que le ayuden y que estén a su lado en el momento que lo necesite.
• Es fundamental que tenga claro que deberá dejar de acudir a los lugares donde pueda volver a estar en contacto con lo que le ha producido esa adicción.
• Es imprescindible también que sea consciente de que por tener esa adicción no es una persona mala sino simplemente un enfermo.
Todo ello sin olvidar, por supuesto, que el adicto debe tener claro que el proceso de recuperación es muy largo, que toda su vida va a tener que tener el problema bajo control y que debe contar con la ayuda experta y profesional para conseguir su objetivo. Asimismo es fundamental que esté motivado y con ganas de luchar para recuperar la vida que tenía anteriormente.