La ciencia ha demostrado que la adicción es una enfermedad del cerebro crónica y progresiva. Con anterioridad, ésta enfermedad, se asociaba a la debilidad del sujeto y no al poder adictivo de la sustancia.
PARTE PRIMERA: Información: Informar no es suficiente. Formar y prevenir puede ser de gran ayuda
En ésta primera parte, se trata de informar sobre la diferencia entre droga y adicción. Una breve historia del consumo demuestra que éste no forma parte de un grupo determinado de clase social ni de cultura o época. Desde el Neolítico, Egipto, Grecia (Aristóteles, Platón y Sócrates) Roma, hasta nuestros días, todos las han consumido.Informar no es suficiente. Formar y prevenir puede ser de gran ayuda
La información sobre qué es un comportamiento adictivo (pero que no es una adicción todavía) es importante para los educadores, padres y el propio sujeto que experimenta el contacto con la droga o con la amenaza. No todo el que consume llegará a contraer una adicción.
La información es útil, pero lo es mucho más la información emocional que la intelectual. Todos pueden tener conciencia de su efecto negativo, pero sin embargo esto no paraliza el consumo. Las historias que más llegan a la gente, son las historias vividas. En ésta primera parte abordaría un aspecto deontológico, el QUÉ de las adicciones.
SEGUNDA PARTE: Formación
En ésta segunda parte trataría el CÓMO y el POR QUÉ se produce una adicción, cuáles son los factores (incluso genéticos) que predisponen la vulnerabilidad a la enfermedad y el por qué algunos la contraen y otros no. Existen consumos muy diferentes. Es una parte más formativa, más técnica, especialmente en aquello que no se admitía años atrás, donde el problema adictivo era un problema del «vicioso» que era un irresponsable. Hoy ya no se considera de esa manera. Uno no es responsable de contraer la enfermedad (aunque haya contribuido a ello) sino sólo de su recuperación.
La adicción es como una pancreatitis o un cáncer. Existen adicciones como el trabajo, el juego on-line, adicciones a las relaciones sociales, etc. que están mejor disfrazadas y no responden a estereotipos del pasado, pero que actúan sobre el sistema límbico de forma parecida. En éste apartado trataría la Psicobiología de la drogadicción, las teorías del refuerzo positivo y del castigo, (o refuerzo negativo) y los niveles dopaminérgico históricos.
Formaría al lector de forma amena y sencilla y lo prepararía para la comprensión mediante las experiencias del personaje, en el terreno «boomerang» del infierno que supone una enfermedad así. Su enorme dificultad y sus grandes paradojas, para el que la padece y para sus parientes más cercanas, necesitan respuesta La ontología de la adicción.
PARTE TERCERA: Prevención
En ésta tercera parte abarcaremos el CUÁNDO. Buscaríamos cómo prevenir, tratar o cómo curar. No son fases similares. Es un apartado muy práctico. Cómo vivir con la enfermedad para siempre. Hemos visto las causas de la adicción, es preciso asumir también las consecuencias. Tras un viaje por el inconsciente y por las diferentes caras de éste drama familiar y personal, es hora de lanzar un optimismo por la recuperación.
Hay médicos, pastores, abogados, profesores, políticos que viven inmersos en conductas que facilitan el camino hacia la adicción. Hay muchas clases de adicciones e innumerables tipos de comportamientos adictivos que la sociedad necesita comprender.
Existe un aumento en las nuevas adicciones del siglo XXI, todos podemos ser víctimas y culpables de contraer ésta enfermedad si no se conoce bien y ante la que hay que responder con alternativas y no combatirla con la fuerza de voluntad, que es estéril en ese campo.
La educación cristiana tiene efectos dopaminérgicos. Son de gran utilidad junto a las experiencias reales del personaje y los test o preguntas-respuestas prácticas son de gran utilidad. Los casos clínicos en los que el lector pueda identificarse y participar de la lectura de forma empática y emocional podrían ayudar.