Los usuarios con un perfil más activo son los jóvenes de entre 18 y 24 años, donde la media de horas diarias asciende a 6,8, en contraposición a los mayores de 55 años cuya media de uso es de 3 horas al día. Además, en cuanto al uso por género, las mujeres utilizan el móvil una media de 42 minutos más que los hombres.
A pesar de que los españoles dedican cada vez más tiempo a utilizar sus teléfonos móviles y de que en España la penetración de estos dispositivos se sitúa en el 88% (sólo superado por Singapur –92%–), tan sólo un 17,7% se considera adicto a ellos, aunque tres cuartas partes de la población española asegura que no podría vivir sin el móvil.
El porcentaje de adictos sube 13,5 puntos, hasta el 31,2%, en el caso de los jóvenes de entre 18 y 24 años pero baja hasta el 10,2% en el caso de los mayores de 55 años.
Además, la diferencia entre hombres y mujeres apenas llega a un punto porcentual, considerándose más adictas ellas (18,1%) que ellos (17,3%).
A nivel geográfico también se encuentran importantes diferencias. Los madrileños (4,8 horas), canarios (4,7) y murcianos (4,7) son los que pasan más tiempo conectados a su dispositivo móvil, mientras que aragoneses (3,4), extremeños (3,5) y castellanoleoneses (3,6), son las que menos.
Por otra parte, siguiendo el análisis por regiones, vascos (28%), asturianos (24,4%) y castellanomanchegos (22,7%) son los que más adictos se consideran, en contraposición a los aragoneses (8,9%), canarios (10,3%) y gallegos (10,5%).
La alta penetración de los terminales móviles en España ha provocado que surjan algunas adicciones y dependencias que se han convertido en un fenómeno social cada vez más extendido. Términos como el ‘phubbing’ o la ‘nomofobia’ dejan paso a trastornos y temores más graves que pueden llegar a afectar a la salud física de los usuarios y están alarmando a los profesionales sanitarios, como son la ‘whatsappitis’ o la ‘selfitis’, según el estudio.
En este sentido, el 39,5% de la población afirma que mira el móvil más de 10 veces a la hora, porcentaje que ha aumentado casi siete puntos en el último año, y un 12,9% lo consulta hasta más de 20 veces a la hora (frente al 10,4% del año previo).
Fte: Telecinco
MI OPINIÓN: Las adicciones de siempre porque no son nuevas penetran en la mente de adolescentes en riesgo potencial. El DSM norteamericano (manual de diagnósticos de trastornos) no considera todavía a estos comportamientos como una adicción pero sin duda que la ansiedad y la pérdida de canales naturales de relación se vuelven como mínimo peligrosos. Debemos prevenir y comprender y legislar lo que puede llegar a pasar y está pasando.