Definición del Síndrome de abstinencia

Síndrome de abstinencia, conjunto de trastornos somáticos que siguen a la retirada brusca de la droga en un individuo físicamente dependiente (por ejemplo, un alcohólico o un heroinómano), específicos de cada tipo de toxicomanía.

En ausencia de dependencia física (por ejemplo, de la cocaína), puede observarse un estado de craving intenso y obsesivo, con una búsqueda imperiosa del producto.

En los heroinómanos, unas doce horas después de la última administración de la droga, aparecen bostezos, lagrimeo, midriasis, rinorrea, sudoración, ansiedad y piloerección, y luego, en 24 horas, contracciones musculares, irritabilidad, insomnio, anorexia, náuseas, mialgias, escalofríos y calambres abdominales.

Hacia el tercer día, los vómitos, la diarrea, la deshidratación, la taquicardia y la hipertensión arterial indican el punto álgido de las molestias. Estos retroceden en ocho días, con insomnio y ansiedad persistentes, a los que se añade un estado de astenia y abulia de duración variable.

En los heroinómanos muy intoxicados, el pronóstico puede ser vital, pero esto no suele ocurrir en los países occidentales. En los alcohólicos graves, este síndrome suele ser grave.

 El mecanismo del Síndrome de abstinencia de la heroína tiene dos componentes:

  • la sustancia disminuye la transmisión noradrenérgica y provoca una hipersensibilidad de los receptores postsinápticos. Durante la abstinencia, la liberación brusca de noradrenalina provoca un exceso de liberación noradrenérgica;
  • La heroína ocupa los receptores opiáceos e inhibe la liberación de endorfinas. Durante la abstinencia, se produce un déficit temporal de opiáceos y una hipersensibilidad de desuso de los receptores.

El síndrome de abstinencia es un conjunto de síntomas provocados por el cese brusco del consumo de sustancias. Varía según la sustancia y la dosis utilizada, pero también según el individuo y su contexto sociocultural. La abstinencia suele ir acompañada de cambios de comportamiento y tiene importantes repercusiones fisiológicas y cognitivas.

La mayoría de los síntomas de abstinencia son los opuestos a los observados en caso de intoxicación con la misma sustancia.

Cuanto más larga sea la duración de la acción de la sustancia, más tiempo transcurrirá hasta la aparición de los síntomas de abstinencia y más tiempo podrá durar ésta. Ni que decir tiene que si la persona estaba consumiendo varias sustancias, las interacciones complicarán la abstinencia.

Los síntomas del Síndrome de abstinencia

Los síntomas de abstinencia más intensos suelen cesar a los pocos días o a las pocas semanas de dejar de consumir. Otros pueden durar meses.

La retirada brusca de algunos psicofármacos puede conllevar episodios problemáticos. Por ello, la retirada de ansiolíticos o somníferos debe hacerse bajo la supervisión de personal cualificado.

Síndrome de abstinencia de alcohol

Los síntomas de abstinencia comienzan a aparecer 24 horas después de la reducción o el cese del consumo a largo plazo. El individuo está sujeto a temblores, particularmente de las manos, y a veces de la lengua y la cabeza. Los síntomas son similares a los de la resaca, pero más pronunciados.

Otras reacciones comunes son la sudoración, la aceleración del pulso, a veces también la hiperventilación y la hipertensión. La persona también puede estar muy agitada, irritable, tener trastornos del sueño, pesadillas, ansiedad y estar deprimida. Pueden observarse ansias y deseos de consumir alcohol. Por último, puede haber una confusión temporal.

Estos síntomas no suelen ser peligrosos en sí mismos y suelen desaparecer tras 7 o 10 días de abstinencia. Después de 24 horas, los síntomas de abstinencia alcanzan su punto máximo y después de tres días lo peor ha pasado.

Síndrome de abstinencia de las Drogas

Los síntomas de abstinencia varían según el tipo de droga utilizada. Existen varias opciones de tratamiento, que varían en función de las necesidades de la persona y tienen en cuenta el alcance del problema, la red de apoyo de la persona y su motivación para iniciar el tratamiento.

Algunos medicamentos también pueden formar parte del plan de tratamiento. Estos pueden ayudar a reducir la necesidad de usar o ayudar a restablecer el equilibrio de ciertas sustancias químicas. En algunos casos, se utilizan otros fármacos para tratar los síntomas de abstinencia, en dosis progresivamente menores.

Retirada psicológica

Esta es la retirada más larga. Para superar una adicción, no se puede descuidar la terapia de apoyo y la exploración del pasado del individuo. Además, se puede añadir cualquier actividad que anime al individuo a superarse, a aprender a experimentar sensaciones distintas a las artificiales y a aumentar la confianza en sí mismo, lo que representa un gran trabajo de renovación del comportamiento.

Síntomas de abstinencia y abandono de las Benzodiacepinas

Incluso con dosis terapéuticas, pueden producirse efectos de rebote cuando se suspenden o reducen las benzodiacepinas.

Se trata de síntomas de abstinencia similares a los iniciales (ansiedad, trastornos del sueño, etc.). Muchos pacientes creen que estos son los síntomas conocidos de la enfermedad. Esto puede provocar el deseo de volver a tomar la droga.

Cuanto más tiempo se haya tomado la benzodiazepina y cuanto más alta sea la dosis, más pronunciados pueden ser los síntomas de abstinencia.

Además de la ansiedad y los problemas de sueño, otros síntomas de abstinencia pueden incluir inquietud, aumento de la sensibilidad a la luz y al ruido, alteraciones sensoriales de los nervios (por ejemplo, hormigueo), calambres y espasmos musculares, trastornos del sueño, mareos y confusión. La interrupción repentina del fármaco también puede provocar convulsiones.

Dejar de tomar benzodiacepinas puede ser peligroso y debe ser discutido con un médico. Si se toma durante menos de cuatro semanas, la interrupción suele ser posible sin una reducción gradual de la dosis.

Si la droga se ha tomado durante más tiempo, los síntomas de abstinencia pueden ser más graves. Reduciendo la dosis de forma continua, los síntomas pueden aliviarse o incluso desaparecer. Además, se puede utilizar el apoyo psicoterapéutico (y posiblemente otros fármacos) para facilitar la retirada de las benzodiacepinas.

Síndrome de abstinencia de alcohol en su forma leve

 El término «leve o suave» es relativo. Si padece alguno de los síntomas anteriores, no dude en ponerse en contacto con su médico de cabecera o en acudir a las urgencias de un hospital.

Se puede distinguir entre el predelirio, las crisis epilépticas y el delirio alcohólico.

Pre-delirio

    Pueden darse todos los síntomas descritos anteriormente, pero de forma más grave.

    Los temblores son mucho más intensos y dificultan el habla y la postura.

    Se producen verdaderas alucinaciones, en las que la persona ya no es capaz de distinguir entre la ilusión y la realidad. Estas alucinaciones pueden ser un precursor del delirium tremens.

    Pueden producirse grandes fluctuaciones en el transcurso de un solo día. Por lo general, hay un deterioro de la situación al anochecer, con miedo y ansiedad intensos, y a veces delirios de persecución y alucinaciones en las que la persona ve insectos.

Convulsiones tras la abstinencia de alcohol

    Son del tipo «grand mal», es decir, hay una pérdida de conciencia y una contracción general del cuerpo, con violentas sacudidas musculares.

    El riesgo de sufrir ataques epilépticos es mayor si: 1) la persona ha consumido sedantes (benzodiacepinas, barbitúricos, etc.) además de alcohol, 2) ya ha padecido epilepsia, 3) ha sufrido previamente una lesión en la cabeza (por ejemplo, como resultado de un accidente de coche o una pelea)

    Las convulsiones en la abstinencia de alcohol suelen producirse en las primeras 10-36 horas después de dejar de consumirlo. A veces se producen incluso más tarde, pero entonces suele ser un síndrome de abstinencia debido a la combinación de alcohol y sedantes.

Delirio alcohólico

    Puede ocurrir después de 48 a 72 horas de abstinencia de alcohol.

    En este caso, se producen alucinaciones muy vívidas y persistentes, alucinaciones auditivas, pero a veces también visuales. La persona afectada suele «oír» que otras personas hablan de ella y se siente amenazada o seguida.

Vídeo sobre el Síndrome de abstinencia