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Introducción:
Vivir, comunicar, consolidar y conectar el mensaje de esperanza adventista en el mundo es una de nuestras prioridades. La adicción puede presentarse en cualquiera y en cualquier parte, a cualquier edad y en cualquier lugar. ¿Es posible un ministerio sobre adicciones dentro de nuestra Iglesia? ¿Han sido siempre los mensajes pastorales adecuados para las familias afectadas por esta enfermedad? ¿Saben cómo abordar un problema adictivo y qué hacer en cada situación?
Nosotros creemos que la Iglesia en ocasiones no sabe muy bien cómo abordar esta problemática, bien por exceso de compasión, innecesaria en una enfermedad manipuladora y emocional o bien por juicios sobre el adicto y su entorno que resultan estériles o fuera de contexto. ¿Podemos hacer una Iglesia líquida que sepa abordar a las familias afectadas mediante un equipo multidisciplinar preparado y profesional? Presentar una acción integral de todo el entorno dañado, no solo del adicto e implicar activamente a las iglesias existentes en una obra social donde todos pueden participar. Iglesia como movimiento social.
El ministerio de adicciones crearía grupos de recuperación que activarían la Iglesia por las actividades a realizar, coordinadas y dirigidas por el ministerio de adicciones y nuestro equipo. No es necesario esperar a “tocar fondo”. En este orden de ideas, las Iglesias pueden participar formando a familias afectadas.
Prevenir lo antes posible es clave
La prevención de los comportamientos adictivos en el ámbito familiar requiere, por tanto, “activar” a la familia como agente de prevención, utilizando la Educación para la Salud como vehículo, atendiendo a factores tales como las sustancias, el contexto social amplio y el propio en el que cada cual se desenvuelve, que están directa o indirectamente relacionados con los riesgos de cualquier comportamiento adictivo que puede llegar a producir una adicción
¿Qué es prevenir?
En un primer acercamiento, podemos entender que prevenir es evitar un problema o informar sobre los riesgos de consumir drogas. Pero la prevención no se traduce solo en información, la prevención implica una actuación más profunda, implica generar actitudes y decisiones personales frente al consumismo adictivo a sustancias o a procesos
La palabra Prevención, según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), se define como “Acción y efecto de prevenir”, y en su segunda acepción como “Preparación y disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo o ejecutar algo”. Quedándonos con esta segunda definición, vemos que prevenir implica adelantarnos a posibles riesgos que puedan existir, lo que supone que, cuanto antes empecemos con esta tarea, mejor.
Prevenir no consiste en atajar las causas, sino en educar a nuestras hijas e hijos para que se conviertan en personas que no necesitan llevar a cabo conductas de riesgo para vivir, o que saben convivir con ellas sin que les causen ningún mal. Prevenir es educar y educando hacemos prevención. Prevenir supone ayudar a saber elegir, decidir, corregir, aislar de situaciones comprometidas,… en función de la situación. Es enseñar a convivir con los diferentes riesgos que hemos visto.
Prevenir es anticiparse. Desde la infancia nos enseñan a anticiparnos a aquello que puede poner en riesgo nuestro bienestar, tanto físico, como psíquico y social. Nos enseñan que la salud no es algo que se tiene o no se tiene porque sí, sino que la salud hay que cuidarla y fomentarla. Debemos enseñar comportamientos y hábitos saludables y actitudes favorables al propio cuidado y al de las otras personas. Este es uno de los pilares fundamentales en los que se basa la prevención y comienza desde la más tierna infancia.
Estadísticas sobre Adicciones:
RECOLECCIÓN DE DATOS SOBRE LA PROBLEMÁTICA ADICTIVA
En España, la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009- 2016 se centraba en las drogas ilegales, pero también analizaba las sustancias legales (figura 1). Entre sus objetivos figuran disminuir el consumo de drogas legales e ilegales, retrasar la edad de inicio del contacto con las drogas, garantizar una asistencia de calidad y adaptada a sus necesidades a todas aquellas personas afectadas por el consumo de drogas, reducir o limitar los daños ocasionados a la salud de las personas que consumen drogas y facilitar la incorporación a la sociedad de estas personas. La estrategia giraba en torno a cinco ámbitos de actuación:
- Reducción de la demanda (prevención, disminución del riesgo y reducción del daño y asistencia e integración social)
- Reducción de la oferta
- Mejora del conocimiento básico y aplicado;
- Formación
- Cooperación internacional. Además, se elaboraron dos planes de acción cuatrienales y consecutivos dirigidos a la ejecución de las actuaciones concretas para los períodos 2009-2012 y 2013-2016. En la actualidad, se está formulando una nueva Estrategia Nacional sobre Drogas para el período 2017-2024 que englobará principalmente las drogas ilegales, pero también las legales, como el alcohol [2]
Observemos el gasto destinado a esta problemática que nos señala la importancia de una labor educativa y preventiva. Conocer los costes de las actuaciones en materia de drogas es un aspecto importante de estas políticas.
Una parte de los fondos que las administraciones públicas asignan a los gastos correspondientes a tareas asociadas a las drogas se consignan como tales en el presupuesto.
Con frecuencia, sin embargo, la mayor parte de ellos no se consignan y deben estimarse por medio de modelizaciones.
En España, la Estrategia Nacional sobre Drogas y los planes de acción están dotados de un presupuesto adscrito, pero el gasto real no se revisa.
En 2002, se analizó el coste social del consumo de drogas en un estudio que recogía, asimismo, una estimación del gasto relacionado con estas sustancias. No obstante, no distinguía entre el gasto público y privado.
En 2013 y 2014, se estima que el gasto público relacionado con las drogas supuso el 0,03 % del producto interior bruto (PIB). La mayor parte del gasto total de 333 millones de euros corresponde a las comunidades y ciudades autónomas, en concreto el 65 % aproximadamente, y el 35 % restante, a la Administración del Estado.
En 2012, las comunidades autónomas dedicaron más de cuatro quintas partes del gasto a tratamiento y reservaron el resto a la prevención, la investigación y la cooperación institucional. Las estimaciones del gasto total de las Administraciones locales no son accesibles y la información disponible no permite conocer el importe total y las tendencias del gasto público relacionado con las drogas.
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En España, la prevalencia del consumo de sustancias ilegales se ha mantenido relativamente estable en los últimos años: aproximadamente un tercio de los adultos admite haber consumido en algún momento de su vida alguna sustancia ilegal. El cannabis, seguido de la cocaína, es la droga más habitual, cuyo consumo se concentra principalmente entre los adolescentes y los adultos menores de 35 años. Aunque los últimos datos disponibles de la encuesta de 2015 en población general confirman que la prevalencia del consumo de ambas sustancias se ha reducido en los últimos diez años, los niveles asociados al cannabis y la cocaína en España siguen siendo superiores a otros países de la Unión Europea.
Conviene destacar las adicciones comportamentales como el juego y las tecnologías y su uso o abuso como una apuesta seria incorporada a la prevención desde el propio plan nacional de drogas que ha insertado los comportamientos adictivos a los videojuegos como trastornos adictivos. ¿Qué soluciones educativas proponemos?
PROPUESTAS DE SUPERACIÓN
TÉCNICAS EMOTIVAS DE PREVENCIÓN
Técnicas Emotivas
Considerando y constatando la realidad del significado de “Adicción” y observando los resultados de campañas excesivamente gráficas y dramáticas que no conducen a una mejor prevención propongo una serie de técnicas menos dramáticas que pueden llegar a ayudar realmente al adicto y su entorno.
- Uso de la aceptación incondicional con el paciente: Se acepta al paciente a pesar de lo negativa que sea su conducta como base o modelo de su propia autoaceptación. Te queremos hagas lo que hagas porque tu conducta no te define y vamos a ayudarte separando quién eres de lo que te está pasando.
- Métodos humorísticos: Con ellos se anima a los pacientes a descentrarse de su visión extremadamente dramática de los hechos.
- Autodescubrimiento: El terapeuta puede mostrar que ellos también son humanos y han tenido problemas similares a los del paciente, para así fomentar un acercamiento y modelado superador, pero imperfecto. Todos somos vulnerables y esto le puede pasar a cualquiera.
- Uso de modelado vicario: Se emplea historias, leyendas, parábolas, etc. para mostrar las creencias irracionales y su modificación.
“Nadie me quiere”
- Inversión del rol racional: Se pide al paciente que adopte el papel de representar el uso de la creencia racional en una situación simulada y comprobar así sus nuevos efectos.
“Hombre, yo si que te quiero un poco”
- Ejercicio de ataque a la vergüenza: Se anima al cliente a comportarse en público de forma voluntariamente vergonzosa, para tolerar así los efectos de ello. (Ej: «Pedir tabaco en una frutería»)
- Ejercicio de riesgo: Se anima al paciente a asumir riesgos calculados. (Ej: hablar a varias mujeres para superar el miedo al rechazo).
- Repetición de frases racionales a modo de auto instrucciones.
- Construcción de canciones, redacciones, ensayos o poesías: Se anima al paciente a construir textos racionales y de distanciamiento humorístico de los irracionales.
Convivir con esta enfermedad y hacer las paces con ella supone volver a vivir. Los estigmas destructivos no deben paralizar nuestra recuperación. Esta es y puede ser real, efectiva, dinámica y está llena de posibilidades