Drogarse es normal

Siempre han existido drogas y siempre se han consumido. La historia del consumo de productos tóxicos por el hombre se remonta a épocas perdidas en la nebulosa del pasado. El cannabis, más conocido como marihuana, era ya considerado una planta sagrada en la India mil años antes de Cristo, y la utilización del opio, de donde proviene la heroína, tiene una larguísima tradición entre los asiáticos. En las Américas, los indios utilizaban ciertos cactus, como el peyote mexicano, para conseguir efectos alucinógenos y experimentar visiones místicas. En América del sur las hojas de coca vegetal que después de ser sometidas a un proceso de laboratorio se transforma en cocaína, eran utilizadas hace mucho por los Incas, y por los indígenas que habitaban el territorio brasileño del Amazonas.

Según la tradición, los egipcios fueron los inventores de la cerveza, entre otras bebidas fermentadas. En Europa la muestra de “droga” más antigua, que se tenga constancia es la receta del “filonio”, s. I a. C. Conocida esta receta como “La triaca”, prescrita por Galeno, servía como medicamento para enfermedades, dolores de cabeza, sordera, epilepsia, etc.,

Desde los comienzos de la historia se han utilizado las drogas con diversos fines: medicinales, experimentales, lúdicos, místicos, religiosos, etc.,  Ya la Biblia nos habla de la embriaguez de Noé y de los problemas que acarreó su conducta para su familiaEl gran Alejandro Magno murió de “Delirium Tremens”, como consecuencia de su alcoholismo.

También la lucha por resolver los problemas derivados del consumo se remonta a la antigüedad misma. El Código de Hammurabi (1700 a. C.) llegaba a estipular la ejecución de los borrachos, para que esto sirviera de escarmiento disuasorio a otros, una forma extrema de atajar el problema, porque desconocían el funcionamiento neuronal del alcoholismo y por supuesto el de cualquier adicción. Hacían recaer la culpabilidad sobre el sujeto y no sobre la sustancia.  Otra idea para tratar de combatir la droga fue la de destruir las plantas concernidas, para así evitar la producción. Asi, en el año 81 d. C el emperador Domiciano de Roma, destruyó unas viñas de uva con el fin de controlar la elaboración de alcohol, y por ende su consumo entre los ciudadanos.

En Persia, lo que hoy día es Irán, desde tiempos remotos se instituyeron leyes rigurosísimas en contra del alcohol, leyes que todavía origen en su sociedad y en su religión actualmente. No es extraordinario leer en los periódicos de Irán, que consumidores y traficantes de drogas han sido ejecutados en una plaza pública como escarmiento a los demás. En Arabia Saudita, otro país de la región islámica, el uso del alcohol está prohibido bajo pena de cárcel o hasta con la pérdida de un ojo, o un dedo, etc.