Padres Desesperados

Con cierta frecuencia –aunque no siempre- estos consumos suelen ir asociados a problemas de conducta, problemas con los estudios, falta de respeto, malos rollos en la familia etc. Incluso puede que estos problemas sean los más evidentes para los padres y madres, más que el propio abuso de alcohol y drogas.


Pero en otras ocasiones los consumos y los excesos no derivan de problemas especiales sino del tipo de diversión que practican muchos jóvenes, en la actualidad, durante los fines de semana. Es decir, la propia dinámica de la diversión (salir hasta tarde, tener dinero, amistades que consumen, los locales a donde van,…) les lleva a consumir y abusar de las drogas.


Frente a todo ello, hay que intentar entender el problema y luego decidir y consensuar dentro de la familia qué se puede hacer. Siempre hay posibilidades de actuar. Aunque debemos tener presente que las actuaciones no son únicas ni definitivas.


Es verdad que la educación de los hijos no es únicamente responsabilidad de los padres. Sin lugar a dudas, es necesaria una mayor coordinación e implicación de todas la figuras importantes en dicha educación (familia, escuela, administración, medios de comunicación, industria recreativa. Esta mayor coordinación, en un mundo cada vez más complejo, es imprescindible, incluso entre los mismos padres, pero mientras esto se organiza no podemos quedar a la espera.


Y, en parte, durante la adolescencia (período que va aproximadamente de los 13 a los 18 años), esto es verdad. Los jóvenes, a esta edad, están en continuo cambio; no saben muy bien aún quienes son, ni lo que quieren, ni si van a ser capaces de manejar el mundo y la vida con todas sus dificultades… Se encuentran llenos de dudas.


Y al mismo tiempo, necesitan reafirmarse como personas (¡yo estoy aquí!) A veces, la mejor manera que tienen los jóvenes para protegerse ante todos los nuevos cambios que se les vienen encima, ante las nuevas exigencias y los nuevos retos, es dando la espalda a la realidad, regresando a la comodidad de la infancia (donde todo se decide por él), y esperando a que ‘todo se solucione solo’.


Por ello, es importante que trabajéis conjuntamente con vuestros hijos, para que aprendan a identificar los problemas, a enfrentarse a ellos, y a saber pedir ayuda siempre que la necesiten; una manera de mantener una buena comunicación con ellos es buscando espacios de ocio común, cosas que os guste hacer a padres e hijos por igual. Ten con nosotrosUNA CITA HOY