Dijo Paracelso que “no mata el veneno, sino las dosis”.

Yes algo que es tremendamente cierto. El Veneno no mata. Las plantas no tienen propiedades curativas ni milagrosas, sino que están compuestas por unas sustancias químicas que tienen unos efectos muy concretos en el organismo. Y, además, en cada cuerpo actúan de una manera distinta, por lo que es difícil establecer una causa-efecto que sea totalmente exacta .

Por este motivo, es tan peligrosa la llamada “medicina tradicional” o “natural”. El uso de “plantas medicinales” es algo muy extendido y realmente, muy pocas de ellas se utilizan con conocimiento de causa y sabiendo qué efectos causan realmente. Porque todo, aunque parezca inofensivo o de uso positivo, puede tener serias contraindicaciones.


Toda sustancia, aunque parezca inocua o positiva para la salud, puede tener efectos adversos según las dosis empleadas

Aunque se insiste en la diferenciación entre “medicina natural” y “medicina química”, esto es totalmente falso. Todo está formado por sustancias químicas, hasta nuestro propio organismo y estas sustancias tienen unos efectos diferentes en cada situación.

Por eso, la industria farmaceútica,  pese a estar tan mal vista por quien defiende a ultranza la “medicina natural”, se encarga de aislar cada principio activo, desarrollarlo, estudiarlo bien y conocer perfectamente sus efectos en distintas posologías, dosis y valorar cuando deja de ser efectivo para tener otros efectos que resultan perjudiciales.

La medicina “oficial” tiene estas dosis medidas y es el médico el que debe ofrecer la pauta más adecuada para conseguir que cumplan con su objetivo, que no es otro que el de solucionar problemas de salud y mejorar la vida del paciente.

El tema de las dosis es muy serio, ya que si no se llega a la dosis recomendada, no produce el efecto necesario para actuar, pero si la dosis es excesiva, se pueden encontrar serios problemas relacionados con esas sustancias.

Así que nada de automedicarse ni confiar en “remedios tradicionales”, ya que estos no cuentan con el control adecuado y las consecuencias pueden pasar por una diarrea ligera hasta un complejo cuadro de efectos adversos que pueden traer serias consecuencias

MI OPINIÓN: Confiar ciegamente en la medicina natural es un peligro pero lo es también no considerar los riesgos de la industria química farmacéutica tan pervertida en sus intereses económicos. Lo que si podemos saber con seguridad es el peligro que conlleva la dosis en la medicina natural. Asesórate bien y ten cuidado en la automedicación aunque sea en el campo de la medicina natural.